Andrés Iniesta, en su partido número 100 con la selección, fue clave en la habilitación de las jugadas más peligrosas de los españoles. En sus botas nació el primer gol. Encontró a Juanfran por la derecha. El jugador del Atlético de Madrid alcanzó la línea de fondo y su pase atrás lo remató de tacón David Villa (0-1, 36’), para aumentar su renta de máximo goleador de la historia de la selección española a 59 goles en 97 partidos
A continuación tuvo que lucirse Pepe Reina para despejar forzado la llegada de Adam Taggart. Cazorla pudo ampliar al filo del descanso pero la zaga achicó in extremis.
La segunda mitad decayó notablemente en intensidad. Empezaron los cambios. Villa, máximo goleador de la Roja en los Mundiales con nueve dianas, dejó su sitio a a Juan Mata. Entró Cesc Fábregas por Cazorla. Pero permaneció Iniesta, quien de nuevo encontró un pase magistral para asistir a Fernando Torres que no falló ante el portero (0-2, 69).
Con Australia rendida, España se reconcilió con su juego y movió a placer el balón. Así, Cesc Fábregas conectó un pase diagonal para que Juan Mata, en la derecha, ampliase el marcador (0-3, 82’).
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