El equipo del América, rival de Saprissa
en los cuartos de final de la Concacaf, comenzó su nueva era con un
importante triunfo sobre León de local (3-2) la tarde de este sábado en
el Torneo de Clausura de México.
El poderío azulcrema dio muestra de lo que puede hacer si sus
jugadores salen conectados al campo. No fue sublime porque el equipo se
cayó por varios minutos, pero Gustavo Matosas puede estar tranquilo, su
equipo supo levantarse.
Solo tres minutos bastaron para que este nuevo América hiciera vibrar
a su gente. Oribe Peralta el encargado de aprovechar un 'regalito' de
Aldo Rocha, quien no supo despejar el balón.
Las Águilas volaron sobre el césped del coloso de Santa Úrsula; León
no veía ni por donde detener los embates enemigo. Al minuto siete, otro
error de la zaga visitante dio como fruto el segundo tanto de Oribe.
El Azteca se caía; el América prometía una goleada, pero no fue así.
León se sobrepuso, le quitó la pelota a los de Matosas y empezó a llegar
por las bandas. Mauro Boselli puso el primer aviso que fue bien
controlado por Moisés Muñoz.
El medio campo azulcrema fue ineficiente. Moisés Velasco y Rubens
Sambueza lucían perdidos en la contención. Al 25', Cárdenas sacó un
centro sin veneno al corazón del área; sin embargo, resultó ser el gol
del descuento gracias a un rebanón de Velasco cerca del manchón penal.
La fiera rugió; la zaga del América empezaba a sufrir en cada llegada
de la visita, que al 31' dio otro aviso, pero el gol de Cárdenas fue
invalidado. Eso no desanimó a los de Pizzi que cuatro minutos después
encontró el empate con un testarazo de Boselli.
Para el complemento, otra vez el inicio fue prometedor para un
América que empieza muy revolucionado, aprovecha los errores del rival y
vuelve a ser peligroso.
Darwin, Oribe y Benedetto fueron una amenaza para la fiera. Al 67' el
colombiano entró solo para rematar un extraordinario servicio de
Peralta y volver a levantar a los cerca de 90 mil aficionados de sus
asientos que corearon al campeón.
Ahora sí, la fiesta estaba en su apogeo, las Águilas no bajaron sus
revoluciones, aprovecharon los espacios para contragolpear y poner en
aprietos a William Yarbrough, quien sufría en cada pelota que se
acercaba a su arco.
A pesar de los errores cometidos, Yarbrough fue un factor importante
para que León no se fuera goleado del Azteca. Le hizo una atajada
memorable a Benedetto y tuvo paradas importantes en el segundo lapso.