Argentina empezó su camino mundialista con el pie derecho al triunfar 2-1 ante Bosnia-Herzegovina en el estadio Maracaná.
Lionel Messi
apareció poco, pero fue determinante para la victoria de la
albiceleste, que se vio puesta en problemas por un rival que creció en
confianza conforme avanzó el juego.
Los argentinos se pusieron arriba desde los 3 minutos por medio de un autogol del defensor Sead Kolasinac, luego de no poder despejar un balón de Marcos Rojo.
A los bosnios les costó la primera parte y pagaron caro el pánico escénico de debutar en una Copa del Mundo.
En el segundo tiempo, los europeos pusieron en verdaderos aprietos a la zaga sudamericana.
Messi se
encargó de marcar el segundo tanto del juego al 64', luego de una
jugada personal y de dejar en el camino a dos defensores bosnios.
"La Pulga" remató fuerte de pierna izquierda y el balón fue imposible para el portero Asmir Begovic.
Tras el segundo gol de Argentina, Bosnia adelantó líneas y presionó más la salida de los defensores.
Esa estretagia dio réditos al 40', cuando Vedad Ibišević aprovechó un pase filtrado y venció al guardameta Sergio Romero entre las piernas.
La anotación de Ibišević se convirtió en el primer grito de gol en la garganta de los bosnios en una cita mundialista en la historia.
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