En un partido que pintaba para terminar sin goles, las selecciones del Corea del Sur y Rusia empataron 1-1 en el encuentro que cerró la primera vuelta del Mundial Brasil 2014.
Los aficionados del Arena Pantanal, en Cuiabá, fueron los testigos presenciales de un juego de pocas emociones, que ningún equipo pudo llevar la batuta en ofensiva y mucho menos controlar el partido.
Fue un error del portero ruso Igor Akinfeev el que provocó que el partido cambiara la cara que tuvo durante casi 67 minutos.
El arquero quiso atrapar un balón tras el disparo desde fuera del área del surcoreano Lee Keun-Ho, pero en ese intento se le resbaló la pelota de las manos y terminó por ingresar al marco.
La imagen de Akinfeev lo decía todo. El disparo llevaba potencia, pero no era tan peligroso como lo terminó siendo.
Pero Rusia no se ahogó en la pena de la ventaja coreana, que al fin y
al acabo no era justo que alguno de los dos se dejara los tres puntos.
Fue así como el equipo de Fabio Capello se fue por la igualdad y la encontró tan solo siete minutos después (74').
En una jugada de varios intentos en el área, Aleksandr Kerzhakov se encontró la pelota de frente tras un mal despeje de la defensa, y anotó el 1-1.
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